Con un crecimiento interanual del 6 %, el mango consolida su posición como uno de los frutos más cotizados del comercio internacional.
Las exportaciones globales de mango alcanzaron un valor de USD 1.660 millones en 2024, según datos de TradeImeX. Este crecimiento del 1 % respecto al año anterior confirma la tendencia ascendente del comercio de este fruto tropical, impulsado por su creciente demanda en mercados de Europa, Norteamérica y Asia.
México, el gigante del mango
Con envíos valorizados en más de USD 605 millones, México lidera el ranking global, representando el 36,5 % del mercado internacional. Su éxito responde a una combinación de calidad constante, eficiencia logística y cercanía geográfica con Estados Unidos, su principal comprador.
Le sigue Países Bajos, con USD 420 millones, como nodo estratégico de reexportación hacia Alemania, Francia y Reino Unido. Brasil, con USD 345 millones, aprovecha su producción contraestación para abastecer al hemisferio norte en épocas clave del año.
Aunque India es el mayor productor mundial, solo exporta una fracción de su cosecha. En 2024, alcanzó USD 160 millones en exportaciones, equivalentes al 9,6 % del total global. Sus variedades Alphonso, Kesar y Banganapalli son altamente demandadas en Medio Oriente, Reino Unido y Asia.
Retos para los exportadores
Pese al crecimiento, los países exportadores enfrentan desafíos importantes:
- Cumplimiento de normativas sanitarias y fitosanitarias.
- Competencia creciente entre productores emergentes.
- Diferenciación de producto para mantener valor agregado.
La mejora continua en procesos de calidad, certificaciones internacionales y sostenibilidad son claves para mantenerse vigentes en el mercado.
Por el lado de las proyecciones para el 2025 apuntan a una expansión sostenida. Países como India buscan recuperar terreno, mientras que México y Brasil consolidan su dominio. Europa se afianza como un destino y nodo logístico clave, especialmente a través de Países Bajos y Alemania.
En Melvan, seguimos el rastro de cada fruta que cruza fronteras. Porque detrás de una caja de mangos no solo hay dulzura y color, sino también comercio justo, soberanía alimentaria y la historia de quienes cultivan futuro desde la tierra.